Blogger Template by Blogcrowds

Portí.

Pedro se fue a España siguiendo a su amor. Yo siempre leía su blog hace algunos años, le perdí la pista cuando se enamoró de Mireia, una española. Y ¿sabes? se fue con ella. Y fueron felices hasta que terminaron. Y el volvio hecho una plasta, pero felíz de haber hecho algo. Algo.
Pacita se va en 5 días a las Europas. Solamente con un pasaje y sus ganas de vivir, y de olvidar. Pero ella y yo sabremos que no olvida, aunque se vaya. Se irá y podrá ver si se puede o no vivir sin ese amor que te ahoga, y a la vez te deja respirar.
¿y yo que hago? yo no se huír. O sea, si sabia, pero ya perdí la práctica. Por años me escape de todo. Y de todos. Y ahora no puedo escaparme de esto que es tan grande que me ataja de lo spies cuando quiero irme, que me obliga a pedir perdón cuando lo mancho intentando odiarlo. No puedo irme, pero también sé que no puedo obligarte a que te quedes conmigo. La diferencia es que yo ya no confío demasiado en el destino ni en nadie, y no puedo asumir ese algún día que tantas veces nos juramos. Entonces, nuevamente, que hago yo? yo decido entre quedarme o irme. No porque tu me lo pidas, que quede claro, sino porque es lo que yo debo hacer. Quizás esta es la historia que les contaré a mis nietos, cuando les diga que tuve un amor de verdad, que fui feliz y que lo perdí, porque el penso que era un riesgo y yo no entiendo lo que es arriesgarse. Porque no me quiero ir huyendo, me quiero ir contigo o sin ti. Porque quiero hacer algo enorme, y creo que lo único que me queda es hacer(te) caso y borrarme del plano visual... Aunque aún no se si es por tí o por mí... quizás sea por los dos.
Pero te quiero... y quiero hacer algo. Algo así como escribirte tanto tanto que te marees. Pero no hoy, que me queda una lista por terminar...

Entradas más recientes Entradas antiguas Página Principal