Blogger Template by Blogcrowds

Naranjo en flor [2]

[1]

Cuando abrazes a alguna otra cuando bailes un tango, te acordaras de mí. Te dolerán en los brazos ese peso que no será el mío, me extrañaran tus manos acostumbradas a mi cintura que cabia exactamente entre las dos, te costara encontrarte a ti mismo entre las piernas de una otra que no bailará contigo como si se jugara el alma, sino como un baile más. Y te acordarás de mí con ese gusto amargo que te deja lo que dejaste ir, lo que recuperaste y después perdiste, para no verlo más. Esa sensación de no saber donde estoy realmente te va a invadir y no te dejará tranquilo, y te comerán los celos cuando llegues a pensar que estoy bailando con alguien más. Y recordarás cada pedazo de mi, cada tango que bailamos juntos, cada noche que hicimos magia juntos, cada golpe que me diste, cada una de las veces que te engañé diciendote que no te queria solo para ver tu dolor unos minutos, ese que finalmente se transformaba en rabia y para mí en dolor. Y no podrás bailar tranquilo, hasta que suene el tango del naranjo en flor, y pidas otro vodka y te lleves a la cama a la bailarina para evitar escuchar los acordes que tanto te duelen, los dolores de vieja arboleda...

[2]
Ya no pienso en tí, Isabel. Ya no me dueles, ya no me afectas, ya no te recuerdo. Ya no bailo tango, ya no salgo de noche, solo para evitar encontrarte por ahí. S eque te debes estar riendo allá donde estés, bailando tangos celestiales con alguien que si te quiere. Y es que te hice un favor, tu no eras de este mundo; eras tan perfecta que casi parecias irreal, que toda tu femeneidad perdida bailaba con los pies flotando en tacos de aguja que solo te hacian ver mas increiblemente mujer de lo que ya eras. Y yo amaba tu boca roja, tus zapatos de charol y tu vestido negro, pero por sobre todo amaba que me odiaras un poco, que me dieras motivos de pegarte para convencerme a mi mismo que eras mía; aunque al final me di cuenta que con eso solo alejaba mas la posibilidad de que alguna vez pudiera sentirte como algo que pudiera domar. Y es que ya no pienso en ti Isabel, porque siempre estás aquí. Incluso las veces que he querido seguirte y cruzar la linea de los naranjos en flor que tejiste entre nosotros, con un tango muerto que ya no suena sino para que tu lo bailes. Así que no te jactes de nada, que nada de lo que esta dentro mío esta aquí... todo se fue contigo, todo te busca en la frialdad invisible de mi cama apagada sin tus acordes de frialdad....

[3]
Yo la amaba, es cierto. Como ama un pianista de tangueria auna bailarina que no baila la musica sino que la hace, que etsa mas cerca de la perfección que Dios mismo, que es la tentación y la salvación en un cuerpo niveo vestido de cuerina y tacos aguja. Por eso la salvé, porque ese dia vi que el queria matarla, pobre ímbecil que no sabia entender la hermosura de lo imposible, y los seguí para poder robarsela a la muerte. La cuide como nadie, la lleve a medicos para que curaran sus heridas y pudiera ser el ruiseñor que siempre fue... pero el maldito le pego un balazo cerca del centro mismo de la vida, y apesar que esta aquí ya no puede bailar, ni reirse con esa boca de pecado que tiene... pero todavia piensa, y puede mover los ojos cuando le canto un tango. Y el milagro es mio, completamente mio aunque no para mi... pero no importa. Sé que esta viva, porque aun llora cada vez que escucha de mi o de otra persona los primeros versos del hermoso naranjo en flor... y esta viva para mi y por mi, en el mas oscuro sevreto de la vieja arboleda...

Entradas más recientes Entradas antiguas Página Principal